La ginebra es uno de los licores más antiguos del mundo, así como una de las bebidas más conocidas y apreciadas. Se trata de un destilado seco, obtenido a través de la elaboración de cereales de la más alta calidad, fermentados y destilados, con añadido de ingredientes y aromas de distintos tipos: una mezcla de botánicos mediterráneos, especias y bayas, como las tradicionales bayas de enebro.
De origen holandés, la ginebra destilada es, actualmente, popular en todo el mundo: una estadística internacional revela que el país donde más se consume es, sorprendentemente, Filipinas, seguido de las naciones europeas, como Eslovaquia, los Países Bajos, España y Gran Bretaña.
A lo largo de los siglos, la ginebra ha conocido períodos de gran fama, alternados con fases de auténtica «prohibición», a causa de una presunta peligrosidad social y para la salud.
Sin embargo, en épocas más recientes, la ginebra destilada ha reconquistado una gran popularidad, convirtiéndose en ingrediente excepcional para cócteles y recetas: hay quien prefiere saborearla sola, o con una simple rodaja de limón, y quien la consume mezclada con tónica (bebida conocida como Gin Tonic) o con otras bebidas alcohólicas y licores, como en el caso del Negroni.
El tipo de ginebra más conocido, considerada también la más común, es el London Dry Gin, que se obtiene con la mezcla de bayas de enebro, pero no faltan las variantes más particulares, como las caracterizadas por notas cítricas, afrutadas o especiadas.
A día de hoy, la producción de ginebra se ha extendido por todo el mundo y, por supuesto, se fabrica también en Italia: entre las empresas que cuentan con una larga tradición, se encuentra sin duda la familia Inga, de orígenes sicilianos, especializada en la destilación de licores de alta calidad, que ha dado vida a una línea de ginebras destiladas entre las que se encuentra Panarea Gin.
Si bien se clasifican como ginebras destiladas, los dos productos presentan un gusto completamente distinto al sabor «estándar»: una de las novedades aportadas por los productores, consiste en el empleo de infusiones de cilantro, mirto de Panarea y cítricos, como el limón, la naranja y el pomelo, que dan un aroma «mediterráneo», típico de la tradición siciliana.